sábado, 25 de agosto de 2018

Por qué y para qué enseñar la comprensión lectora






Leer es comprender, siempre que se lee se lo hace para entender sino carecería de sentido. Un lector comprende un texto cuando puede encontrarle significado, cuando puede ponerlo en relación con lo que ya sabe y con lo que le interesa.

La comprensión se vincula entonces estrechamente con la visión que cada uno tiene del mundo y de sí mismo, por lo tanto, ante un mismo texto, no podemos pretender una interpretación única y objetiva.

La comprensión lectora es básicamente la evaluación de qué hemos interpretado o entendido de una narración en particular, extrayendo las Ideas Principales que marcan justamente la esencia de lo que hemos leído, además de dar lugar a los Conceptos Principales que se vuelcan en el contenido de la narración o el texto que hemos analizado.

La Comprensión Lectora es entonces la base de la interpretación de un texto, sin importar su extensión, aplicada no solo a la hora de la Lectura, sino también cuando necesitamos Estudiar e incorporar Nuevos Conocimientos, siendo un ejercicio que realizamos inclusive en forma constante y automatizada, cuando leemos algo y lo transmitimos hacia otra persona, difundiéndose el mensaje y el contenido del mismo.

Fuentes:


martes, 7 de agosto de 2018

Importancia de la lectura en los adolescentes


La lectura en la actualidad, perdió su importancia y valor que tuvo desde sus comienzos; ésta era considerada una herramienta de poder para quienes la poseían, y lograba llevar al hombre a reflexionar, atravesar más allá de las fronteras impuestas por la cultura, romper los tabús creados por la religión, y explorar a través de la imaginación sin explicaciones científicas.

Esta problemática, es una constante preocupación de toda la sociedad: los adolescentes presentan deficiencia en las habilidades de lectura, en el dominio de la lengua y también se observa que la actividad lectora es ejercida más por obligación que por gusto. En consecuencia, tales falencias se pueden considerar riesgos para las nuevas generaciones que, ineludiblemente, deben enfrentar un mundo cada vez más competitivo. En efecto, ahora se elevan las exigencias para el manejo de la información, la capacidad de lectura analítica y crítica, y el dominio de lectura en diferentes lenguajes, no sólo el escrito, pues en la actualidad, es indispensable saber leer los lenguajes icónico e híper textual, además de desarrollar capacidades y aptitudes para la innovación y generación de conocimiento.


La mayoría de los niños, tarde o temprano aprenden a leer, aunque lo hagan en diferentes niveles. No obstante, la lectura es para ellos un procedimiento pasivo y consiste en un simple reconocimiento de letras, palabras y oraciones que carecen de algún significado profundo. En estos tiempos, se ha perdido la esencia de la lectura, de la escritura, y por ende la reflexión de la misma, lo que genera falta de interés o motivación en el estudio por parte de los alumnos.

Los adolescentes prefieren cualquier otra labor que leer; se inclinan por otras actividades. Leer es para los jóvenes aburrido, algo ajeno totalmente a sus intereses, una tarea impuesta que no les proporciona ningún placer ni satisfacción, una experiencia que prefieren evitar.


La lectura ha quedado en segundo plano dentro de la formación académica, no se le da la importancia que tiene, pues su enseñanza generalmente se limita a los primeros años sin que haya continuidad, por lo que los alumnos suelen llegar a la secundaria con distintos niveles. Algunos articulan con claridad, otros tienen lenguaje lento o perezoso o con defectos; algunos jóvenes vienen de hogares donde escuchan una gran cantidad de palabras bien elegidas, mientras que otros con un vocabulario muy limitado. En su habilidad de expresar sus ideas, hay jóvenes que no responden, a menos que se les estimule, o hablan con pocas palabras; en tanto que otros quieren hablar y tienen muchas habilidades para hacerlo. Depende, además, de sus ganas de ser, estar, crecer y de imitar.

(Monografías, s.f.)